
Lorena Meritano, es muy buena para ser verdad…La fama atrapó a Lorena Meritano desde los cuatro años, cuando ya estaba en los escenarios de su natal Concordia, Argentina, actuando, bailando y declamando.
A los quince ya era modelo y portada de varias revistas, hacía campañas y desfiles en Italia y Buenos Aires.
De su cuerpo podemos decir lo obvio: es espectacular. Mide 1,80 m, no come carne roja, no fuma y el trago, como las drogas y la rumba, la aburren. No tiene dieta estricta y tres hernias discales le impidieron volver al gimnasio. Sin embargo, le encanta hacer ejercicio. Cuida su piel con mascarillas, bloqueador solar, cremas hidratantes, shock de vitaminas y va al spa solo cuando el tiempo se lo permite, porque no es esclava de los cuidados excesivos.
Y si hablamos de su cuerpo, es imposible apartarnos de los ojos verdes que tiene y la cara, esa que obtuvo en 1999 un premio otorgado por la Asociación de Críticos de Nueva York en la categoría de mejor rostro del año. Y ese no es su único galardón. Se puede pensar que ella es la mujer ideal, mientras que ella asegura que el hombre ideal no existe. Y puede que tenga razón. ¿Que si se enamora? Claro, eso también lo dijo, de un hombre apasionado, sensible, educado e inteligente.
En la pantalla chica nacional la recordamos por su personaje farsante de Dinora Rosales, en Pasión de Gavilanes. Como ese papel, varios, de mujer ruda, manipuladora y embaucadora. Sin embargo, todos estos en nada se parecen al de Raquel, su más reciente personaje en El día de la suerte, del canal RCN. Los papeles ahí se invirtieron y ahora fue ella, una pobre veterinaria, temerosa y sumisa, la que sufrió los celos enfermizos de su esposo, el más malo de la novela.
De nuestro país habla bellezas, por las flores, los paisajes, la alegría, la pasión y la gente, o sea, nosotros. Su lado gastronómico, el colombiano, sí que lo compartimos: le fascina la mojarra frita y el arroz con coco, eso la transporta, aunque no más que el olor a asado, que la devuelve hasta Argentina y la lleva a Concordia, en donde su viejo, como dice ella, hacía los mejores del mundo.
Fotografías: Hernán Puentes Fuente: http://www.revistadonjuan.com/interes/el-destape-de-lorena-meritano/13202419